Los Piojos en River

Fotografía cortesía: Leandro Olivo

Crónica: Martin Carlevaro

21 de junio de 2025

Estadio Monumental River Plate

 

Un día de mayo de 2009 Los Piojos se despedían por tiempo indefinido en el Estadio

Monumental de River Plate. Dieciséis años más tarde en el mismo lugar, cierran sus rituales del reencuentro tras 16 shows, aunque prometen no será tan larga la espera la próxima vez.

A las 20 hs, horario que estaba anunciado el comienzo del concierto, el estadio estaba tan vacío que se notaba que aún faltaba mucho tiempo para que inicie. La entrada al Monumental era larga con mucho vallado zigzagueado aunque sin tanto cacheo. Sumado a que los alrededores eran puntos de encuentro y de previa aprovechando el último beberaje ya que adentro no venden alcohol, quizás por eso la gente entró tarde y el recital comenzó casi dos horas después.

Salieron al escenario con un fuerte sonido de armónica que se convirtió en la intro de “Llevátelo”. Buena elección para abrir un ritual piojoso con un buen solo de armónica y un riff bien rockero para arrancar. Siguieron con un enganchado de “Te Diría” y "Qué Decís”; casualmente, dos canciones escritas para la misma mujer y que en una canción con Los Persas menciona juntas.

Luego de un hit como “Desde Lejos no se ve” bajaron la intensidad con “Difícil” y “Media Caña”, para que después entre en escena una canción que no había sonado aún en estos rituales que fue “San Jauretche”. Una canción de reivindicación Nacional con una crítica histórica al colonialismo y neoliberalismo. Al terminarla Ciro dijo “aguante la República Argentina”, y el público respondió al canto de “el que no salta votó a Milei”.

A continuación sonaron “Vine hasta aquí” y “Luz de Marfil”, que desató uno de los pogos más grandes de esa noche en River. Las últimas 4 canciones, todas del disco Verde Paisaje del Infierno del año 2000.

Para la siguiente canción la banda abandonó el escenario y fue ocupado por “Los Pistolas”, como se los había presentado en el video difusión de los rituales en River, integrados por Alejandro Ciro Martínez, Danilo Fernández, y Caetano Buira, hijos de Los Piojos Andrés Ciro Martínez, Piti Fernández y Dani Buira. La canción que tocaron no fue otra sino “Pistolas” y cada uno tuvo el tiempo de lucirse y tocar un solo ante 65.000 personas. También subió Andrés Ciro al escenario y tuvo una especie de duelo de armónicas espectacular con su hijo, que al mostrarlos en las pantallas laterales mucha gente aprovechó para tomar registro fotográfico.

Ya que mencioné las pantallas llegó el momento de destacarlas. Había dos laterales verticales que mostraban mayormente al público y músicos y una grande horizontal de fondo que iba variando según la canción, muy bien aprovechada. A veces se mostraba una tormenta, otras un barco, en otras se hacían juegos con las tapas de los discos, los distintos logos de Los Piojos o incluso piojos bailando.

Llegó uno de los momentos más emotivos de la noche como pasó en toda esta serie de recitales con la canción “Sudestada”, escrita por quien fue el guitarrista principal de Los Piojos hasta su fallecimiento en 2011, Gustavo Kupinski. Su hermano Matu subió al escenario a tocar la guitarra y en el estribillo se mostraban imágenes de Gustavo cantándola con su voz resonando en los parlantes.

Nuevamente se harían presentes familiares de la banda en escena para armar una sinfonía de tambores en “Verano del 92”. Subieron hijos, sobrinos y más, entre los que se encontraba la hija de Tavo Kupinski. También hubo lugar para algunos covers, como “No te pongas azul” de Sumo que fue enganchado tras “Quemado”; y “Juana Azurduy”, un clásico de folklore Argentino que sonó en medio del juego “sisi”, “nono” de Ciro antes de “Farolito”.

Incluso presentaron un tema nuevo llamado “Paciencia”. En la segunda fecha Ciro dijo antes de esta canción que en su anterior despedida en River había ambiente de tristeza por la separación, a diferencia de ahora que había sentimiento de alegría, y reiteró que no iban a pasar ni cerca 16 años para que se vuelvan a juntar. Algunos quedaron esperanzados con un ritual en Setiembre ya que la canción dice “Habrá que esperar a septiembre para ver el sol”. Otros entendieron que hacía referencia a que en setiembre de 2023 Piti y Ciro arreglaron sus temas y en setiembre de 2024 anunciaron su vuelta.

Lo que no hubo lugar fue para los invitados, al menos externos a la banda, digo, más allá de familiares. Por ser los últimos rituales pensé que por ahí podría haber algún invitado como Mollo que ha estado varias veces y grabado temas en estudio con ellos, o el mismo Ruben Rada.

Entre canción y canción generalmente pasaba bastante tiempo, algo que me llamó la atención, y según leí y vi por partes en la transmisión, no fue tan así el domingo. Incluso Ciro me pareció no tan prendido o comunicativo como otras veces siendo que es uno de los frontmans más destacados y con más energía del rock rioplatense. También, dicen que el domingo se lo vió distinto.

Treinta canciones en algo más de tres horas cerraron la primera fecha. Para la segunda hubo cambios en la lista y también tocaron algún tema más. Nos vamos con el placer de haber vivido un ritual piojoso en un lugar emblemático para el rock nacional argentino si se quiere, y con la tranquilidad de que no es un adiós sino un hasta más pronto que tarde.

Cuatro Cuarenta