Los Mareados

Fotografía: Vanesa Adler

Crónica: Pedro González

13 de agosto de 2023

Auditorio Nacional del Sodre

“Cuando empezás a percibir más tiempo atrás que porvenir,

Cuando la vida te pregunta si de verdad vas a seguir

quemándote con tantas cosas que se juntan y te preocupa

lo que queda por decir”



El domingo 13 de agosto la sala Adela Reta del Auditorio Nacional del Sodre, vibró en una frecuencia altísima. La murga, el tango, la milonga y hasta el son se mezclaron en las voces de 5 murgueros que junto a invitados excepcionales, dieron un espectáculo de alto vuelo, con clase, gracia y elegancia, bien montevideano.

 

El festejo fue postergado desde junio del 2020 cuando oficialmente se cumplían los 30 años a causa de las medidas sanitarias impuestas por la pandemia. Finalmente tuvieron que esperar hasta agosto de este año, acumulando sensaciones que no hicieron más que sumar, a una presentación que ya venía cargada de emoción y derivó en una velada realmente increíble. Demostraron que la permanencia en el tiempo, la voluntad colectiva y la pasión, combinados, impulsan a la concreción de verdaderas maravillas. La agrupación que se desprendió de la murga La Gran Siete, nació de la aspiración de sus integrantes de extender los encuentros con el pretexto de cantar, más allá de la zafra carnavalera. Esta expansión temporal también dio lugar a que al desenmarcarse de la fiesta de momo, se agregaran otros estilos a su repertorio. En un principio algún tango versionado [que aseguran siempre ha ido de la mano de la murga], hoy además, cantan versiones de son cubano, zamba, folclore, milonga y boleros. Según han manifestado, aún se encuentran explorando los alcances de este híbrido coro de murga y su batería típica, al que han sumado y mezclado géneros e instrumentos. Parece no haber un techo y quien haya estado en la fiesta de su cumpleaños puede conjeturar lo mismo.

 

En el escenario deslumbró la elegancia de estos hombres, que lejos del postureo se presentaron de negro, camisa y saco, y demostraron que la elegancia es un tema de actitud y no de accesorios. También se transparentó que más allá de compartir escenarios existe entre ellos un vínculo humano, que podría llamarse amistad, aunque quizás el término es inexacto, se percibía una complicidad en el humor improvisado, de reunión de amigos, humor picante que el público rápidamente identificó y compartió. La combinación entre lo cercano como de barrio, de gente sencilla y la sofisticación de estos músicos e intérpretes excepcionales, dejó en evidencia una calidad escénica que sin temor a exagerar es de nivel internacional. El espectáculo de Los Mareados emociona, cautiva por su profesionalidad y experiencia, y es bien de acá, refleja algo autóctono, de nuestra tierra, bien nos puede representar y dejar muy bien parados en cualquier escenario fuera de fronteras. Durante la noche se fueron reproduciendo videograbaciones en las que artistas que han compartido el camino con los Mareados los saludaron por su cumpleaños: Emiliano Brancciari, Osvaldo Fattoruso, Ney Peraza, Martín y Nicolás Ibarburu, Rubén Rada, Larbanois y Carrero, Edu (Piturfo) Lombardo.

 

¿Cómo vivir sin pasión? Se preguntan en una de los tangos murgueados que interpretan. Y ese, precisamente, es el motor de lo que y para lo que cantan, a la vista sobre el escenario, empapan con ello a los espectadores, que se contagian, se emocionan, y humildemente devuelven con aplausos mientras acomodan el estrujo de emociones que se les ha colado en la panza.

Momentos sublimes durante esta noche mostraron a un grupo selecto de artistas locales que tan solo de ver esa postal emocionaba, una vez puesto en movimiento ese ensamble de talentosos intérpretes, músicos y compositores, el público no pudo más que sumirse en un profundo silencio de contemplación abnegada. Rada, Larbonois y Carrero, el Zurdo Bessio, Ney Peraza, Ricardo Villalba y los Mareados cantando juntos “Si no te pido nada” de Ruben Rada.


Al finalizar el show estábamos todos levitando en sensaciones, colgados en el aire de músicas que la pasión gestó, lejos de la rigidez, viajando de la mano de estos artistas nacidos de la murga, del barrio, que navegan sin rumbo, únicamente guiados por el placer de unir sus sonidos para decir su corazón. Declaran cantando entre otras reflexiones: “es el secreto de la música tan alto que comprenderlo llevará la eternidad” y así parece que seguirán haciéndolo, contagiando y entusiasmando a otros uruguayos que mediante la pasión, seguirán como un vendaval encontrándose en esa acertada manera de compartir cantando.

 
 
Cuatro Cuarenta