En el escenario deslumbró la elegancia de estos hombres, que lejos del postureo se presentaron de negro, camisa y saco, y demostraron que la elegancia es un tema de actitud y no de accesorios. También se transparentó que más allá de compartir escenarios existe entre ellos un vínculo humano, que podría llamarse amistad, aunque quizás el término es inexacto, se percibía una complicidad en el humor improvisado, de reunión de amigos, humor picante que el público rápidamente identificó y compartió. La combinación entre lo cercano como de barrio, de gente sencilla y la sofisticación de estos músicos e intérpretes excepcionales, dejó en evidencia una calidad escénica que sin temor a exagerar es de nivel internacional. El espectáculo de Los Mareados emociona, cautiva por su profesionalidad y experiencia, y es bien de acá, refleja algo autóctono, de nuestra tierra, bien nos puede representar y dejar muy bien parados en cualquier escenario fuera de fronteras. Durante la noche se fueron reproduciendo videograbaciones en las que artistas que han compartido el camino con los Mareados los saludaron por su cumpleaños: Emiliano Brancciari, Osvaldo Fattoruso, Ney Peraza, Martín y Nicolás Ibarburu, Rubén Rada, Larbanois y Carrero, Edu (Piturfo) Lombardo.