Babasónicos

Fotografía: Jurema Torres

Crónica: Guillermo Amy

29 de agosto de 2023

La Trastienda MVD

 

Después de un memorable show en el Antel Arena, donde las pantallas y visuales jugaron su rol para darle una espectacularidad pocas veces vista, la banda volvió a Montevideo para visitar a una vieja amiga. La Trastienda es, nada más ni nada menos, la sala en donde la banda fue conquistando a sus seguidores en Uruguay, y en el marco de su decimoquinto aniversario, los invitados de gala no podían faltar a la fiesta. 

Todavía permanecía fresco el recuerdo del show de aquel 20 de mayo. Para quienes asistieron, el deslumbre fue tal, que era inevitable querer repetir. Para quienes no tuvieron la posibilidad de estar, sirvió como una revancha inmediata. Y es que Babasonicos debe ser, probablemente, de las bandas internacionales que más visitas tiene al suelo uruguayo, pero cada show tiene una particularidad que los caracteriza. 

La banda tiene el mérito de que a pesar de tener una carrera larga, y contrariamente a lo que suele ocurrir, (que los años generan cierto desgaste a nivel grupal y compositivo) fue reinventándose y renovándose, así como el público que asiste a sus presentaciones. Y es que sus últimos discos han logrado un nivel altísimo, al punto que ha sumado varios hits a su lista de infaltables. 

En esta oportunidad, Babasonicos dejó de lado todas las visuales ostentosas y retomó su infraestructura más minimalista, generando sin duda una intimidad y cercanía mucho mayor. Después de realizar una breve intro con una melodía casi de meditación, el inicio estuvo marcado con una seguidilla de hits recientes y más añejos; Mimos Son Mimos, Paradoja, Y Qué y Microdancing. “Gracias, no mucho más. Lo mejor es todo lo que me callo” soltaba Dárgelos y se tomaba unos segundos para hidratarse y darse un respiro, porque lo que seguía se venía una seguidilla en la que no iba a haber una sola pausa. 

La iluminación tuvo un gran protagonismo en la noche, acoplándose a todos los climas con perfección y opacando los desperfectos sonoros que por momentos ocurrían. De igual manera, el público se mostraba entusiasta y la banda pregonaba su mezcla de rebeldía y sensualidad característica. “Ingrediente”, Vampi”, “La Izquierda de la Noche”, “Los Calientes” fueron algunas que canciones que fueron apareciendo, en un setlist que prácticamente no distó demasiado de lo ocurrido en su anterior presentación. 

A pesar de que Babasonicos hoy es una banda que convoca una importante cantidad de público, el grupo se sigue sintiendo cómodo con la cercanía, dándose el gusto de salir del libreto por momentos e interactuar más con la audencia. “¿Será nuestro último show en La Trastienda?” preguntaba Dargelos mientras aprovechaba para felicitar a la sala por sus 15 años de existencia y recordando, casi de manera nostálgica, que fue la sala que los vió crecer.

Con Yegua/Carismático, La Lanza, Bye Bye y La Pregunta, la banda se despidió sin mucha despedida ni mayor vuelta. El público tardó un poco en hacerse sentir, así como la banda tardó en regresar, pero nadie quería terminar con la celebración. Al volver, el grupo última pincelada con Cómo Eran Las Cosas, Putita e Irresponsables, que la banda se despide de Montevideo de manera temporal. Y digo temporal porque el vínculo de Babasónicos con Montevideo, es prácticamente imposible que se rompa. 

 
Cuatro Cuarenta