Kreator y Testament

Fotografìa: Bruno Conti

Crònica: Guillermo Amy

25 de abril de 2023

Sala del Museo

 

En el marco de un mes repleto de shows de metal, y un año que sin duda está siendo de los más movidos para los fans del género, finalmente llegó una de las fechas más esperadas (sino la más) de este 2023. 2 pesos pesados del Thrash Metal de Europa y Norteamérica iban a estar realizando una gira conjunta a la que llamaron “Choque de Titanes” (Klash Of The Titans) y Uruguay formó parte de su agenda. Tanto Testament como Kreator iban a visitar el país por segunda vez, como último antecedente en 2017 y 2009, respectivamente.

Desde el vamos, la noche invitaba a presagiar que estábamos por vivir algo histórico. A pesar de que sobre la tarde parecía que iba a caer una tormenta (que finalmente nunca terminó ocurriendo), de ser día de semana y un paro de transporte que pudo haber traído algún que otro dolor de cabeza, desde bien temprano las inmediaciones de la Sala del Museo estaban repletas. No es frecuente que este tipo de fechas se den y mucho menos en nuestro país, por lo tanto, como se decía bastante en los alrededores, “estamos todos acá”. 

Los horarios se respetaron como nunca. 19:30 ya los primeros acordes distorsionados de Testament empezaron a sonar y de manera conjunta, un fervoroso pogo. “Good to see you my friends” comentaba Chuck Billy después de un arranque letal con “RIse Up” y “Pale Of The King. El sonido, a pesar de sus desajustes que demoraron algunas canciones en estabilizarse, fue de una intensidad arrolladora y no dió respiro. 

La lista de temas en sí estuvo bastante enfocada a su faceta más extrema, dejando de lado algunos temas como “Electric Crown” o “Alone In The Dark”, las cuales siempre son esperadas y suelen ser bastante celebradas por la audiencia. A pesar de eso, cumplieron con un repaso de sus casi 30 años de carrera con ““Practice What You Preach” o “DNR” hasta las más recientes como “Children Of The Next Level”. 

Los diálogos no fueron tantos, salvo para preguntar al público cómo estaba, la música y la potencia en vivo de Testament tomó el total protagonismo. Pero si hubo una nueva promesa de volver, un anuncio de que estaban grabando un nuevo disco, y que la próxima vez esperaban volver a encontrarse con el público ahí presente, palabras que trajeron consigo una gran ovación de parte del público para con la banda, dando el cierre final con “Into The Pit”, que, si ya en el estudio tiene una carga importante de energía, en vivo es una auténtica arrolladora. 

La banda abandonó el escenario y hubo entre 20 minutos y media hora de intervalo para armar la escena de Kreator. Automáticamente, fue colocado un telón enorme con el logo que cubría la totalidad del escenario. Sonaba “Run To The Hills” de Iron Maiden en los altoparlantes cuando las luces se apagan, empieza a sonar “Hate Uber Alles” y el telón cae en su totalidad dejando al desnudo un escenario con una escenografía muchísimo más fuerte visualmente que la banda anterior. Una figura diabólica gigante se posicionó del lado trasero del escenario, junto a muñecos colgados en ambos costados, y dependiendo la canción en cuestión, se complementó con iluminaciones más oscuras y hasta sangrientas por momentos.  

Esto vino acompañado de un sonido mucho más nítido y de un ida y vuelta más efectivo de parte de los liderados por Mille Petrozza que, al igual que Testament, realizó un salpicado por su más de 30 años de trayectoria, tocando prácticamente una canción por disco. “Betrayer”, “Phobia”, “Satan Is Real”, fueron algunas de las que fueron apareciendo y envolviendo a un público que todavía parecía no caer en lo que estaba viviendo. Petrozza fue un poco más comunicativo y expresivo, recordando su anterior visita en 2009 y asegurando que la banda estaba muy feliz de volver. Además, contó haber caminado por Montevideo en el correr del día y que había pensado que era una gran ciudad para que la gira llegara en este año, ganándose también su merecido aplauso y ovación.  

El show fue bastante más completo desde el punto de vista visual y sonoro que su antecesor, seguramente todavía quede en la retina de la mayoría la imagen del vocalista sosteniendo una bandera e introduciendo al público a corear “The Flag Of Hate”, y los pogos también intensos de “Violent Revolution” o “Pleasure To Kill”, resultaba imposible no querer darlo todo en el mosh pit.  

Al terminar este último, la banda se despidió regalando púas y también dando una promesa de volver. Sin dudas que, en el Choque de Titanes, a pesar de ser una férrea disputa hubo un gran ganador y fue Kreator, dicho de manera unánime por todos los presentes. Pero a pesar de esto, y de la inevitable comparación, es innegable que tuvimos el lujo de presenciar una noche única e irrepetible que ojalá sigan apareciendo y sigan teniendo este nivel de convocatoria.

Cuatro Cuarenta