Cynic y Beyon Creation en Live Era

Fotografía: Bruno Conti

Crónica: Guillermo Amy

17 de abril de 2023

Live Era

 

No son tantas las oportunidades de ver bandas de este estilo en Uruguay. Mucho menores son las chances de verlas en conjunto. El lunes 18 de abril, a pesar del feriado y de, justamente, ser lunes, prometía ser una nueva noche histórica, en el marco de un mes bastante agitado en cuanto a metal refiere. Beyond Creation, banda canadiense de metal técnico y extremo, se iba a presentar con los históricos Cynic, banda estadounidense referente en el género en el Live Era, local que viene teniendo bastante actividad desde su re-inauguración. 

Lamentablemente, la organización tuvo una serie de imprevistos que resolver durante el desarrollo de la noche, y es que, por un problema en el ómnibus que trasladaba a la banda y teniendo que buscar soluciones de manera urgente, tuvo que improvisar con un telonero que empezó haciendo un set acústico previo a dar inicio a lo previsto. La banda local Cormoran fue la encargada de poner paños fríos al asunto y de calentar el escenario, y sin duda estuvieron a la talla de la situación. El grupo sorprendió a un público que ya se encontraba en su mayoría dentro de la sala. “Es un sueño cumplído” mencionaba su guitarrista, quien asegura que Cynic era una de sus bandas de mayor influencia. Con un sonido agresivo y potente, prepararon los oídos y dejaron la vara bastante alta para lo que venía a continuación. 

Al terminar el show de Cormoran, se ve que empiezan a llegar los integrantes de ambas bandas con sus instrumentos y equipaje que se iba a ubicar en el backstage. Dando a entender que tenían que descargar absolutamente todo del ómnibus que los trasladaba en esa oportunidad para luego ir directo a Argentina donde se presentaban al día siguiente. La prueba de sonido se hizo en el acto, los imprevistos hicieron que el horario se estirara algunas horas por encima de lo pautado, pero a pesar de todo, se venía uno de los platos fuertes, se venía Beyond Creation.  

Los canadienses salieron sobre las 21:45 a comerse la cancha y lo hicieron, siendo desde mi punto de vista, el punto más alto de la noche. El setlist no fue largo, contuvo solamente 7 canciones, pero vino de la mano de un tecnicismo excelente y unos guturales siniestros. Mezclando la impronta extrema con esa aura progresiva y con un poderoso sonido, fueron generando en el público un agite fervoroso en los momentos de mayor intensidad, y una atención total a esos momentos en que las estructuras musicales se volvían un poco más complejas. 

También es de destacar, que el mayor marco de público estuvo durante el desarrollo de esta presentación. La banda con mucha buena onda se comunicó en español con el público, incentivó a hacer el famoso headbanging, y tuvo un gran ida y vuelta con los presentes, quienes ovacionaron en reiteradas oportunidades al conjunto. Gran espectáculo de los canadienses, que seguramente adquirieron un nuevo puñado de fans en Uruguay luego de esta noche. 

El lapso de tiempo entre una banda y la otra fue de aproximadamente una hora. La espera se hizo larga dado que Cynic cuenta con varios requerimientos sonoros para lograr ese sonido tan característico. Fue recién sobre las 00:00 que la banda estadounidense salió a escena y dándose finalmente esta visita tan esperada por varios fans y varios músicos que se encontraban en el público, incluso los de Beyond Creation. 

Cynic salió con una impronta bastante más austera que su predecesora, pero salió a demostrar por qué son una de las bandas referentes del metal progresivo. La gran noticia fue que de movida tocaron el disco “Focus” completo, su disco más célebre que fue de gran peso en el año 1993, con una originalidad, estilo y utilización de recursos que hasta el momento nadie había utilizado. Entre canción y canción, había voces por pistas que mencionaban unas palabras como si fuera una especie de ritual, para seguir adelante sin respiro con su música que comparte en importantes cantidades lo complejo y lo alocado. 

La banda no tuvo gran comunicación con el público ni palabras tribuneras más que algún “gracias”. Lo más destacable fue cuando, al terminar de tocar Focus, los integrantes abandonaron el escenario salvo Paul Masvidal, quien vestido de musculosa y hawaianas, prendió una especie de incienso y fue largando el humo por todo el espacio, incluso al público. Una vez culminado este intervalo, el cual fue recibido con gran aplauso siendo un homenaje a sus antiguos compañeros de Cynic, el resto de la banda volvió a retomar el show tocando un salpicado de sus discos más recientes, que se distancian bastante de la rudeza de Focus, sí, pero que mantienen esa esencia progresiva y esa búsqueda de romper los esquemas.  

El sonido fue contundente, aunque con algunos lógicos desajustes. La gente iba observando y gritando eufóricamente en los picos musicales. Ver a Cynic en vivo debe de ser lo más cercano a estar dentro de una clínica musical intensiva, dado que son unos verdaderos maestros en lo que hacen. Lamentablemente, por cuestiones de horario, siendo más de la 1 de la mañana del martes, el público iba disminuyendo cada vez más. Pero de igual forma quienes quedaban dentro iban haciendo sentir su presencia. Fue casi sobre las dos de la mañana, que Cynic finalmente se despidió del público sin hacer bis, pero habiendo dado toda una demostración tanto musical como de profesionalismo.  

Así dio cierre a una noche intensa y cansadora tanto para el público como para la organización que, con virtudes y vicisitudes, sorteó con éxito las circunstancias y terminó siendo en definitiva una noche memorable para aquellos que son amantes del género. Con el valor agregado de que seguramente los protagonistas tampoco la olvidarán.  

Cuatro Cuarenta