Festival del Sur
Fotografía: Gonzalo Abeiro
Crónica: Pedro González
29 de junio de 2025
Sala Rincón
Festival del Sur: Una fiesta del rock
Montevideo, 29 de junio de 2025.
En la muy bien lograda Sala Rincón, se encontraron, para explotar en el escenario, un puñado de bandas emergentes: Jardín Para No Humanos, Cretina Turner, Solo Buenos, Los Walrus, FILO y Jesús Negro & Los Putos.
A raíz de la necesidad de un espacio para las bandas en crecimiento, se ideó este festival, que nació en 2022, postpandemia. Se materializó a pulmón, en un recinto del under que ya no está —el Centro Cultural Espacio Comisura—, con la idea de que fuera una oportunidad de diálogo musical intergeneracional y con bandas de otros países. Al año siguiente, el escenario se montó en el Parque Rodó y, en 2024, se trasladó —ya con mayor convocatoria— a Plaza Zabala.
Así lo indicó a Cuatrocuarenta.net Jacinto Sanguinetti, cantante de Los Walrus y uno de los creadores de esta fiesta del rock.
La crónica
Poco amigable: así estaba el clima en Montevideo. Ya no era tan solo el frío que calaba hasta los huesos; una lluvia fina, casi imperceptible al caer, pero con una capacidad catalizadora de la baja sensación térmica brutal, encendía todas las señales de inamovilidad y resguardo.
La cita temprana se pautó a las 17 horas, pero no fue hasta un par de horas más tarde —cuando finalmente se detuvo la lluvia— que todo comenzó a moverse, poco a poco, en el Festival del Sur. Por esta razón, quien escribe llegó lamentablemente sobre el final de la presentación de la primera banda, Jardín Para No Humanos dúo formado por los hermanos Franco y Gastón Dinardi. —con quienes queda una cita pendiente—. A esa hora, la sala ya estaba casi llena, lo que representaba en sí un éxito, dadas las condiciones climáticas.
Mientras esperábamos por Cretina Turner, y así sucedió durante el resto de los intervalos, se ambientó y mantuvo la temperatura con músicas muy bien seleccionadas, lo que hizo que las esperas también se disfrutaran.
Cretina Turner
Entre tragos, charlas y buena música, pasó el rato, hasta que este trío, con estilo futurista de los '80, finalmente llenó nuestros ojos y oídos. La presentación fue de menos a más, logrando conectar con el público maravillosamente.
Cargadas de sintetizadores, las canciones resultaron muy buenos conectores con quienes expectantes presenciaban el espectáculo. Hubo momentos vocales más que interesantes. La danza electrónica se apoderó de la sala mientras duró la presentación del trío, que terminó por lograr una gran performance.
La banda está integrada por:
Andrés Seoane
Cecilia Ávila
Martina Solari
Solo Buenos
Sobre las 21:08 horas, el escenario se llenó de Solo Buenos, con un arranque muy fuerte. Esta banda pop-punkera autotuneada, romántica y poguera desató la furia y los resortes de un público saltarín que no se detuvo durante su presentación en este festival que crecía a cada instante.
El quinteto está integrado por:
• Pablo Martín Joaquín
• “Tallo” Menchaca (quienes interpretaron, grabaron y mezclaron el primer EP homónimo de la banda, con cinco canciones, en 2023)
• Christian Borges (bajo)
• Pablo Freijanes (guitarra)
• Diego Ernst (batería)
Como buena banda punkera de los '90 —al estilo de Blink-182— desplegó un colchón intenso de batería, con riffs de guitarra como pedradas, contrastados por letras melosas y un autotune insertado en esta época democratizadora.
Banda en crecimiento, con mucha energía, que convida al agite. Sobre el final, alguien del público aceptó la invitación a subir con la banda y, si bien no cantó, sí se animó a saltar, inaugurando la columna que, frente al escenario, sirvió de trampolín, para luego ser absorbido por el resto del público, que así se despedía de esta banda que, como dicen los tacuaremboenses, estuvo “solo buena”.
Con la sala colmada, entrada en calor y con más de una pasada por la amigable barra del lugar, la espera por los anfitriones se transitó relajada, con un aperitivo musical muy acorde con la programación.
Los Walrus
Esta banda oriunda de La Paloma, Rocha, nacida en 2018, con tres disco encima, migró a Montevideo en busca de más espacio que acompañara su crecimiento. Y en eso están. Se metieron a organizar este festival, con el que abren la puerta a otras bandas emergentes y se mezclan con músicos de mayor trayectoria en cada edición, como Luis Angelero (ex Doberman), 4 Pesos de Propina y FILO.
Enganchados a un fade out de Enter Sandman, de Metallica, empezaron a sonar. Mucha onda, con una estética definida, presencia contundente sobre el escenario. Soltaron un sonido consecuente, claro, bien logrado, que daba cuenta de una banda muy madura en su juventud.
Jacinto “Jaso” Sanguinetti, vocalista, dijo a Cuatrocuarenta.net que este año está previsto que salga un EP con canciones largas. También deslizó que viajan a Argentina, donde ya han estado, pero que esta vez van de la mano de una banda amiga. Valoran, aseguró, la proliferación de redes entre bandas emergentes, y que como uruguayos les toca ser “humildes”.
En relación con la posibilidad de tocar con músicos de larga trayectoria, rescató el aporte de la experiencia. Contó como anécdota:
“Hoy, en la prueba de sonido de FILO, tuvimos un problema eléctrico, y como soy electricista, metí mano. Hacemos de todo”, señaló, describiendo la realidad de las bandas uruguayas.
Los Walrus, que cerraron 2024 con 26 toques, un disco y una gira internacional, ya preparan nuevo material.
La morsa muda nuevamente su piel. Esta banda lo tiene claro: hay que moverse.
Dame una verdad sin reprimir
Moda o lealtad, vos elegís
Muerte al qué dirán y a quien yo fui
Decís que sabés más que yo de mí
No me vengan a hablar de verdad
No me vengan a hablar con mentiras
No me vengan a hablar de lealtad
No me vengan a hablar de poesía.
— Moda o lealtad
El show de los organizadores del festival cerró con amigos sobre el escenario: ellos gozando, el público gozando. El escenario creció esta vez, de la mano de Jaso, hacia la columna que, erguida entre el público, se hacía protagonista junto a la gente que aceptó la propuesta y festejó, rockeando a lo grande.
Los Walrus son:
• Jaso Sanguinetti – guitarra, letras, voz
• Santiago “Castha” Castagnaro – guitarra
• Tomás “El Nunka” Espino – teclados y guitarra
• Joaquín Brazeiro – batería
Se había pasado la mitad de la cancha en el festival, y desde el círculo central salió un pase para el monstruo mayor de la noche, el de muchas cabezas:
FILO
A las 23 horas se encendió en las pantallas el nombre de la banda que se preparaba sobre el escenario para comenzar su quinto show en Montevideo.
Todos atentos, una marea de jóvenes desde abajo del escenario aguardaba por ellos.
Los primeros acordes de Línea de Fuego fueron suficientes: y una vez más, la grieta sónica engullía oídos ávidos de rock. Con un sonido cada vez más pulido, dejaron en claro por qué la trayectoria pesa y por qué logran que parezca fácil conseguir un resultado tan depurado.
Como un bombazo en la ñapi, llegó En Subida, hipnotizando con la voz profunda que conecta mundos, de Alfonsina.
La banda se mostró suelta, con una energía vital potenciada por un público sin inhibiciones, entregado al disfrute de las canciones que FILO deslizó para su regocijo.
El ambiente se llevó a su punto máximo, muy bien sostenido por las bandas precedentes. FILO dio lo que fue a dar, y la reacción del público fue la que debía ser: mucha sintonía.
El despliegue escénico se enriquece en cada oportunidad, con una entrega al movimiento que los músicos se permiten exponer, junto al sonido sin fisuras que los caracteriza.
Más allá de alguna rápida intervención técnica para corregir percances, señalados por Fernández, la presentación fue impecable.
45 minutos de FILO fueron suficientes para seguir cautivando, desplazando fronteras generacionales y uniendo con el pegamento del rock.
Fueron parte de la fiesta, haciéndola crecer y nutriéndose de ella.
Una vez más, fue un deleite presenciar a esta “súper banda”, que próximamente lanza
su ya gran canción Frecuencia Fantasma, temazo poguero que ya pasó la prueba del vivo con sote.
FILO son:
• Marcelo Fernández – guitarra y voz
• Diego Morales – batería y voz
• Lali Gaspari – sintetizadores y voz
• Alfonsina – guitarra y voz
• Pancho Coelho – guitarra y voz
• Cototo Cuello – bajo y voz
Jesús Negro & Los Putos
El final del festival se acercaba, y quedó marcado por el vacío que dejó FILO al bajar del escenario. Pero aún faltaba el cierre, que en esta oportunidad llegó de la mano de Jesús Negro y Los Putos.
Saboreando a FILO, nos dispusimos al último intervalo, afortunadamente acompañado por una excelente selección musical.
Quince minutos pasada la medianoche, esta banda —que ya desde el nombre arranca bien— se presentó sobre el escenario, comenzando de esa manera el final de la velada.
Sabiéndolo ellos, también los organizadores que hicieron una gran programación, y el público, que estaba de fiesta, el cierre estuvo a la altura.
Con temas disencajantes, como Palacio Peñarol —que cuenta las desventuras de una cita con una chica que practica boxeo y le termina dislocando la mandíbula a un "plancha"—, entregaron punk crudo y concreto, muy montevideano.
Ella dio un paso atrás
y un gancho le metió
directo a la mandíbula
que se le dislocó
Se cayó inconsciente
sangrando en el hormigón
dejando una mancha
con la forma de una flor
Porque ella boxea en el Palacio Peñarol
Ella salta cuerda en el Palacio Peñarol
— Palacio Peñarol
Un cierre a puro pogo, con canciones de ráfaga corta, llenas de furia y reflexiones bien de acá.
Una banda de pura catarsis noventera pre-hecatombe, que acompañó a terminar bien arriba este festival que no defrauda. Por el contrario: madura, crece y ofrece calidad.
Jesús Negro y Los Putos son:
• Pau O’Bianchi – voz
• Darío Barrios – bajo
• Fernando Freitas – guitarra
• Juan Manuel “Cayota” Cayota – batería