Los suecos salieron con muchísima actitud a darlo todo. El gran sonido fue indispensable para el buen desarrollo del show, con un Mikael Stanne que conserva su técnica gutural intacta a pesar de su larga trayectoria, y con una banda que, a pesar de ser bastante diferente a la que vino a Montevideo en la última oportunidad hace más de 10 años, de igual manera lograban interpretar de manera sobresaliente las composiciones más añejas. Una gran base de bateria-bajo, solos de guitarra que se iban intercalando entre sus dos guitarristas, y la gran presencia de sintetizadores que siempre aparecía para dar un golpe melódico a la canción, dieron una consistencia absoluta a la parte instrumental.
“Hoy tocaremos algunas que ya conocen y otras que veremos si no han olvidado” decía Stanne adelantando que se venía una noche larga con unas cuantas canciones. El público entró en sinergia con el grupo inmediatamente, viéndose rostros deslumbrados con el show que se estaba presenciando. Los integrantes se movían constantemente en el escenario, arengando e intercambiando miradas con los espectadores más cercanos, y las palabras de agradecimiento casi constante entre tema y tema generaban ovaciones reiteradas, qué desembocaban en palabras como “Montevideo, eres jodidamente increíble”. El grupo adelantó que en los próximos meses se iba a está lanzando un nuevo disco asegurando que “es fantástico” y no ocultando la ansiedad de que salga a luz y lo escuchen. Gracias a esto pudimos escuchar “The Last Imagination”, primer corte difusion lanzado en marzo del presente año.