El recital comenzó con una interpretación del artista en su primer acordeón. Con un sonido aspero y profundo recreó paisajes de pradera. Todos los presentes ibamos de la mano al instrumento que tenía algo de encantador. Asi se presentó, sin mediar palabra.
Dijo que su primer instrumento se lo regaló su padre, carpintero de profesión, que también tocaba el violín, pero como un carpintero aclaró. Se comenzó a percibir la idea de un legado que tenia mas que ver con algo de comunidad que con los estrictamente musical.
En el escenario aguardaban en orden de derecha a izquierda: Guitarra y Acordeón (Enzo Demartini), violonchelo (Eugenia Turovetzky), violin (PabloFarhat ), bandoneon (Spasiuk) , percusion y guitarra (Marcos Villalba), guitarra y voz (Diego Arolfo). Detras: tambores piano, chico y repique.