Algo para destacar en estos tiempos digitales que vivimos es que muy pocas veces se veían celulares filmando o tomando fotos. Esto se lo adjudico al espectáculo audiovisual completo que brinda la banda que uno no se quiere perder nada. Durante una de sus canciones más conocidas, “El Tesoro”, el público acompañó la parte instrumental de teclado con un cántico de cancha: “Vamos El Mató, vamos el Mató”.
Cuando se fueron a los bises quedó el acople del último acorde resonando, algo como lo que sonaba antes de empezar. Fue tan obvio que iba a haber bises que creo por eso nadie del público los reclamó, sino que se quedaron tranquilos esperando que volvieran. Y lo hicieron con “Fuego”, “Ahora imagino cosas”, “Chica de oro” y “Mi próximo movimiento”.
La banda agradecida y el público más, luego de casi dos horas de show de primer nivel en lo visual y musical. Muestran por qué se agotaron las entradas teniendo en cuenta que no es un lugar común para una banda de rock y que tampoco eran baratas las entradas, pero valen cada peso. Esta fue la primera sí, pero seguro no será la última vez que vea a Él Mató a un Policía Motorizado.