Al frente de la murga estuvo con su guitarra, en su rol de solista, el mayor de los hermanos Cardozo, Tabaré, director y compositor de la murga. En esta ocación no dirigió la murga ni utilizó su vestuario murguero, en cambio utilizó un outfit ‘rocanrrolero’ de jean negro y zapatos plateados.
La murga repasó sus canciones màs emblemáticas, las de Tabaré y Gieco, frente a un público adulto mayor, en términos generales, y que estuvo cerca de colmar la sala, a pesar de que se dió la posiblidad de reembolso a quien lo solicitara.
El espectáculo llenó de colores el escenario. Los trajes y los efectos visuales proyectados en una pantalla gigante, las luces, plasmaron una paleta cromática heterogénea y vivaz.
Durante algunas canciones del repertorio de Tabaré invitaron al escenario a la armonista argentina Sandra Vázquez. Muy aplaudida luego de un solo en el que brilló, desparramando con su armónica, sonidos entre los intersticios de la canción, potenciada por su ejecución sentida.