skay y los fakires

 

Fotografías: Jurema Torres

9 de Mayo
Live Era


Montevideo fue testigo, una vez más, del poder hipnótico de Skay Beilinson. El pasado 9 de mayo, la Sala del Museo se transformó en un templo ricotero donde se rindió culto a la guitarra más mística del rock rioplatense.

Con entradas agotadas y un público fervoroso que llegaba desde todos los rincones del país, Skay y Los Fakires ofrecieron un show demoledor, de esos que te dejan el alma vibrando. Desde los primeros acordes de “El Golem de Paternal” hasta los infaltables himnos de los Redondos como “Ji ji ji”, la conexión fue total.

El escenario fue un trance. Skay, sereno pero poderoso, manejó los tiempos con la sabiduría de quien ya no necesita demostrar nada. Cada punteo fue celebrado como una revelación, y la banda –ajustada al milímetro– fue el colchón perfecto para su vuelo.

Hubo pogo, hubo emoción, hubo piel de gallina. La gente coreó cada letra como si fuera la última vez, y por momentos se sintió que el tiempo se detenía. No faltaron los cánticos ricoteros, ni las banderas, ni el típico grito de “¡Vamo’ Skay!” que retumbó en las paredes del Museo.

En un mundo cada vez más acelerado, Skay nos regaló una noche para bajar las revoluciones y sumergirnos en la magia del riff eterno. Y nosotros, agradecidos, respondimos como siempre: con el corazón en la mano y los pies en el aire.

Montevideo lo espera siempre. Porque Skay no viene, vuelve.