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nasser y copla alta
Fotografías: Paula Stratta
25 de junio Auditorio Nacional Sodre
La noche del 25 de junio, la Sala Fabini del Auditorio Nacional se convirtió en un fogón delicado, sin humo pero con calor. Jorge Nasser, referente indiscutido de la canción popular uruguaya, se unió al dúo Copla Alta para ofrecer algo más que un concierto: un acto cultural, una celebración del canto criollo, una defensa de la identidad.
Desde el primer acorde, quedó claro que este no era un recital cualquiera. Nasser definió la propuesta como “un hecho cultural”, y no exageraba. El repertorio recorrió milongas, coplas, zambas y canciones que nacen del suelo y se elevan con el alma. Las voces y guitarras se trenzaron con la naturalidad de quienes no buscan brillar en solitario, sino construir un paisaje sonoro compartido.
Copla Alta, con su estilo depurado, puso la raíz. Nasser, con su voz cálida y su oficio, tendió puentes hacia nuevas capas de emoción. El diálogo entre generaciones y trayectorias no solo fue fluido, sino generoso: un ida y vuelta donde nadie sobraba y todos sumaban.
El público, sensible y atento, celebró con aplausos espontáneos y silencios respetuosos. Se respiraba cercanía. La gran sala del Sodre, tan imponente, se volvió íntima. Fue una noche de esas que no se gritan, pero se recuerdan. Una noche de canciones que no pasan de moda porque están hechas con verdad.
En tiempos de algoritmos y apuros, este fue un gesto contracorriente: cantar con calma, con raíz, con sentido. Nasser y Copla Alta no ofrecieron un show: regalaron una ceremonia.
